Representa el ejemplo paradigmático a seguir en la recuperación de zonas semiáridas castigadas por la intervención del hombre desde la antigüedad.

        Tras pasar muchos años, este rincón murciano, siguiendo técnicas de restauración de la cubierta vegetal muy novedosas para el momento en el que fueron realizadas, las antiguas laderas desprovistas de vegetación se convirtieron en extensos bosques que le han valido a la comarca la calificación de Parque Regional, albergando ecosistemas catalizadores de una flora que con el tiempo devolverán al lugar la verdadera esencia del bosque mediterráneo.

    Sierra Espuña: en el límite del desierto
El bosque protector